Gran afluencia de instaladores en la 32 edición del Congreso de CONAIF
celebrado en Sevilla recientemente, con la asociación provincial de empresas instaladoras de Sevilla (Epyme) como anfitriona.
Durante las dos jornadas, los asistentes pudieron disfrutar de un evento respaldado por el Ayuntamiento sevillano y el gobierno autónomo andaluz, donde no faltaron las oportunidades de diálogo, aprendizaje, networking y experiencias para instaladores.
Qué pudimos ver en el congreso.
- El futuro energético no es solamente eléctrico. El objetivo es la descarbonización y la electrificación es una opción para alcanzarla pero no la única, los gases renovables y el hidrógeno representan opciones igualmente eficaces.
- La empresa instaladora tiene futuro en el gas, donde se mantendrá la colaboración con las compañías energéticas. El paso del gas tradicional a los nuevos gases renovables y el hidrógeno requiere de sus servicios, no solamente técnicos, también de prescripción y en materia de comunicación con los clientes.
- La reconversión de la empresa instaladora atendiendo a los cambios de la sociedad española ha de hacerse enfocándose hacia el cliente. Su fidelización permitirá establecer relaciones a largo plazo, más estables y pasar de ingresos aleatorios en el tiempo a regulares.
- El instalador tiene en la comercialización de energía un gran campo donde desarrollar su negocio. En Conaif Energía, además de tener la posibilidad de dar un servicio extra a los clientes mediante la contratación de luz y gas a precios muy competitivos, ahora tiene a su disposición diferentes opciones para la instalación de energía solar fotovoltaica.
- Por otra parte, TotalEnergies presenta una interesante oferta en la comercialización de energía: busca instaladores colaboradores a largo plazo con una propuesta que incluye venta de contratos de luz y gas, servicios de mantenimiento de alto valor añadido, puntos de recarga de vehículo eléctrico y soluciones de autoconsumo.
- El instalador contribuye con su trabajo a mejorar la productividad, el empleo, el conocimiento y a que el mercado sea más eficiente; además de ser un agente clave de la seguridad industrial.
- Las comunidades energéticas representan una oportunidad de negocio para el instalador. Son una opción más para ofrecer al cliente y favorecer el autoconsumo.
- Según algunos ponentes, los instaladores van a tener una próxima década de mucho trabajo, mayor del que podrían atender. Necesitarán más formación técnica y comercial, así como diferenciarse mediante la fiabilidad y el trabajo bien hecho.