¡No te la juegues con tu instalación!

El intrusismo supone un peligro para el cliente que contrata una persona que, sin título o ninguna cualificación profesional, se encarga de solucionar averías en la vivienda, “un manitas”. Por mucha experiencia de vida que este tenga, no posee las mismas capacidades o cualidades para instalar, reparar o mantener unas instalaciones que un buen profesional formado y con titulación certificada.