La Asociación de Agua, Gas, Térmicas y Fluidos (APIGASTE) ha puesto en marcha una campaña para alertar de los riesgos para la salud que puede causar una mala instalación del aire acondicionado en los hogares por parte de profesionales no cualificados.
La salud lo primero
Enfermedades respiratorias, hongos, ruidos e ineficiencia energética son algunas de las consecuencias de una inadecuada instalación y mantenimiento del aire acondicionado.
Cualquier aparato de aire acondicionado, salvo los portátiles o pingüinos, requiere de una instalación regulada, que está sujeta a una normativa muy específica (RITE), así como el cumplimiento del Real Decreto por el que se regula la comercialización y manipulación de gases fluorados que contienen estos equipos, y la certificación de los profesionales que los utilizan.
La normativa implica que los instaladores deben estar habilitados para manipular gases fluorados.
El ciudadano tiene que saber que existe una serie de obligaciones de las empresas instaladoras de aire acondicionado. Y solo pueden ser instalados por una compañía que esté certificada para “instalaciones térmicas”.
Además, una instalación inadecuada, unida a la falta de mantenimiento y revisiones periódicas, puede dañar los aparatos, haciéndolos menos seguros, eficientes y respetuosos con el medio ambiente, y provocar un mayor coste energético.
Riesgos de una mala instalación
Las máquinas de aire acondicionado se hacen necesarias para trabajar durante la época de calor, pero estas máquinas también llevan asociadas una serie de riesgos:
- Trastornos en garganta y vías respiratorias
- Sequedad del ambiente
- Ruido
- Legionella
- Disconfort en algunos de los trabajadores